#VideoBlog #PaseoAbajo: La oposición pide la dimisión de Amat, por Juan Torrijos
¿Dimite alguien en España?
Tras la sentencia del TS sobre las viviendas del Balcón del Golf, en Roquetas de Amat, y que el ayuntamiento tendrá que preparar dinero para los perjudicados de buena fe, la oposición se ha lanzado al cuello del alcalde, Gabriel Amat, exigiendo que dimita por este hecho, que viene dando vueltas desde hace años. No veo a don Gabriel dimitiendo. Aquí lo del verbo dimitir no se conjuga. Lo mismo es que no se sabe, aunque los datos del Pisa dicen que donde estamos mal es en matemáticas. Pues en gramática debemos andar por el mismo sendero.
¿Dimite alguien en España?
¿Ha dimitido el presidente del gobierno cuando el tribunal Constitucional le ha tirado por tierra tres leyes? ¿Han dimito los responsables políticos que dieron la licencia a la empresa Azata del Sol en Carboneras para la construcción del famoso hotel?
¿Deberían dimitir? Algunos pensamos que no solo dimitir, que tendrían que sentarse en el banquillo de los acusados y una visita a la cárcel, pero no a la de papel de La Codorniz, al Acebuche, para que supieran lo que es bueno. Y cuando nos referimos al banquillo de los acusados, nos gustaría dejar bien clarito, que tendrían que salir de sus bolsillos, de sus pecunios, todo lo referente a la demanda por la que deberían ser sentados y juzgados.
Y aquí me gustaría conocer el por qué los jueces echan la culpa a las instituciones, y no a los responsables de las mismas, que son los que delinquen. No veo a las paredes, las salas y los salones de los ayuntamientos, incluso la sillones y las mesas firmando una licencia ilegal, tampoco a los bancos donde sientan sus posaderas los señores-as ediles. Y tampoco vemos que sean los ciudadanos, pobres de nosotros, los que firmen la licencia de obras para las viviendas de Roquetas o el hotel de Carboneras. Pero al final, y porque a los jueces así lo ven y lo sentencian, somos los que tienen que pagar con sus impuestos las tropelías de los dirigentes.
Los políticos luchan por hacerse ricos, y lo consiguen, vaya si lo consiguen. Una veces legalmente (¿se puede hacer rico un político usando la legalidad?), otras ya sabemos cómo. Lo que no entiende el hombre de la calle es la postura de los jueces, apoyando, a veces de una forma descarada, diríamos más bien defendiendo, de una manera incompresible, el dinero de estos políticos ante la ilegalidad de sus licencias de obras, cuando sentencian que tienen que ser los impuestos de los ciudadanos, a través de las instituciones, las que tienen que pagar los daños causados por la incompetencia, la chapuza, o por el enriquecimiento espurio o espúreo de unos y de otros.
Claro que debería dimitir Amat, y Sánchez, y tantos otros como no lo han hecho a lo largo de estos años, y pagar de sus bolsillos las sentencias de sus señorías los jueces. Pero estas parecen estar del lado de ellos, no de los ciudadanos. Y así nos va a los pobres.
Por cierto, don Gabriel Amat ha declarado que va a luchar con todas sus fuerzas para legalizar lo que los jueces dicen que es ilegal. No me digan que no son “pintureros” nuestros líderes políticos. Seguro que habla con Pedro Sánchez para que le aconseje sobre la amnistía.
¿Solo el Psoe quiere controlar a sus señorías? Los demás también quieren jueces dóciles, controlables, vendidos a los poderes.
