VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Sobre ‘sacos de mierda’, por Víctor J. Hernández Bru.
Bueno, pues el ministro de Transportes, Óscar Puente, aquel que llamón “matón” a Risto Mejide; el que deslizó que el presidente argentino, Javier Milei, “actuaba bajo efetos de sustancias”, “degenerado” a Miguel Tellado; y que casi se lía a leches en un tren con un usuario sólo porque éste le quería hacer una pregunta, ahora le ha llamado “saco de mierda” al periodista Vito Quiles.
Yo no tengo muchos datos sobre Vito Quiles y no es un personaje que me interese demasiado, pero sí sé que es un periodista y que Óscar Puente, ministro ‘primate’, es decir, según la RAE, “personaje distinguido, prócer, líder, jefe, cabecilla o dirigente”, es un ministro, un representante de la ciudadanía, un tipo al que se le debe exigir cierta ejemplaridad, de la que, por cierto, está a siglos luz.
No creo que, a estas alturas, haya nadie en España al que le haya extrañado que este tipo ande a esas alturas dialécticas, que por otro lado son las que se corresponden con su nivel intelectual, moral y cultural, pero lo que sí resulta llamativo es que no haya habido nadie en su partido que se haya dignado a decir absolutamente nada. Nada, digo, de lo que a buen seguro muchos piensan.
El otro día, el lunes, le preguntábamos a José María Martín, subdelegado del Gobierno en Almería, máximo representante de dicho ministro en Almería, por las palabras de éste. No esperaba gran cosa de su respuesta y lo cierto es que me sorprendió, puesto que Martín, que empezó mal, afirmando que él no es nadie para enjuiciar a nadie, terminó reconociendo que “yo tengo otro estilo” y que “yo no utilizo esas formas”, lo cual no es en sí un posicionamiento demasiado valiente, pero al menos tiene cierto aroma a censura o crítica al ‘ministro primate’.
Y claro, el silencio generalizado del socialismo e incluso de los terminales mediáticos de éste, de los medios pagados por el gobierno con el dinero de todos, no es más que un aval para que este individuo se supere la próxima vez, aunque claro superar el hecho de llamar “saco de mierda” a otra persona, en este caso a un periodista, supone colocar el listón tal alto que no sé muy bien de qué manera podría hacerlo.
Entiendo que, hace no mucho tiempo, cinco o seis años, quizás diez, no habría nadie en este país que tuviera ninguna duda acerca de que debería dimitir inmediatamente, porque es evidente que no está capacitado para representar absolutamente a nadie, pero mucho menos a la ciudadanía española.
Hoy, el socialismo y la izquierda nos han llevado a tal punto de degradación moral que algunos nos hemos reído un poco, otros escandalizado y en general todos nos hemos tragado esta barbaridad como parte de la más absoluta normalidad.
Mientras, Pedro I El Falso-Pedro Chapote está encantado de haberse conocido y satisfecho porque estas burradas las dice otro y no él, aunque las diga de su parte, y el resto de socialistas siguen viendo cómo su partido se hunde en encuestas y comicios, sin ser capaz de decir absolutamente nada al respecto.
