VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Ha llegado la hora del lobby almeriense contra los desprecios y maltratos del gobierno, por Víctor J. Hernández Bru.
La situación no debe seguir prolongándose ni un minuto más. Almería es el enemigo para el gobierno social-comunista y lo es, esto es una evidencia, porque es una de las provincias que más desprecia electoralmente a la izquierda, sino la que más.
Como niños mimados y malcriados, los partidos del gobierno frentepopulista humillan una y otra vez a la provincia de Almería, a sus municipios y a las instituciones que la representan, con constantes desplantes, faltas de respeto y afrentas propias de infantes envidiosos carentes del más mínimo espíritu deportivo del saber perder.
Un día, el subdelegado del Gobierno llama racista al alcalde de El Ejido por pedirle que cumpla la ley con los inmigrantes ilegales que, sin avisar, han alojado en un hotel de tres estrellas en pleno centro del municipio; otro día, el ministro ‘primate’, Óscar Puente, deja sin responder las cartas y solicitudes de reunión por parte de la alcaldesa de Almería; más tarde filtra a la prensa que el ejecutivo nacional no cederá el uso de la estación de ferrocarril para su utilización cultural, pese a haber sido solicitado en múltiples ocasiones; y ahora la dirección general de Costas, que también ha pasado de manera olímpica de las solicitudes del consistorio ejidense para el arreglo definitivo de la playa de Balerma, ante la solicitud de estudio de una solución geotextil, responde que sea el Ayuntamiento el que pida los presupuestos.
Y así con todo y siempre. Como cuando el propio PSOE, en la Junta, se negó durante décadas a la construcción del Hospital de Roquetas, a pesar de que el consistorio cedía gratuitamente el suelo; o como cuando la propia Consejería de Salud se tiró más de una década para levantar el Materno Infantil y no llegó a hacerlo o la de Fomento en terminar la A-92; o como la increíble historia de El Corte Inglés, que la Junta y el PSOE boicotearon para la capital almeriense.
Lo del PSOE y la izquierda es una historia de constante ataque a Almería y a sus ciudadanos y ha llegado el momento de que las instituciones almerienses no gobernadas por los socialistas, la propia Junta, la Diputación, los ayuntamientos de Almería, de Roquetas, de El Ejido; los de Vera, Mojácar o Garrucha; los de Berja, Adra o Dalías; los de Macael, Albox, Pulpí o Huércal Overa; en definitiva, los representantes de la ciudadanía almeriense, ésa que tan harta está de tanta discriminación, se planten ante el gobierno y le digan que hasta aquí hemos llegado, que hagan ruido, que planten cara, que le pongan las peras al cuarto.
Porque los almerienses estamos ya muy hartos de ser ciudadanos de segunda, pero pagadores de primera, con los impuestos tan altos, tan desorbitadamente altos como los que más, pero con derechos de cuarta categoría. Creo firmemente que ha llegado el momento de reaccionar, de plantar cara y creo que el centro-derecha tiene en la provincia fuerza más que suficiente para protagonizar la reacción. Mañana es ya demasiado tarde.
