VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Milei es un político, Petro un asesino y Delcy una delincuente, pero a la izquierda le preocupa que se reciba al primero y, en cambio, agasaja a los otros dos, por Víctor J. Hernández Bru.
Que la izquierda posee un sistema de valores basado en la ley del embudo y el menosprecio de la viga en el ojo propio ante la paja en el ajeno es algo que no voy a venir yo ahora a descubrir. El concepto de superioridad moral, que tan magistral como fraudulentamente acuñaron los teóricos de la izquierda en su momento y que tan ejemplarmente han continuado defendiendo, implantando e incluso imponiendo sus continuadores es, seguramente, el mejor ejemplo de manipulación filosófica, ideológica y política de la historia.
Lo que ocurre es que los tiempos pasan y a unas personas les suceden otras, no siempre con el mismo ‘caché’ intelectual que las primeras. Así pues, hace tiempo que la izquierda ha encontrado su refugio más sólido en lo que se ha dado en denominar el Tercer Mundo’, entiéndase tanto económico como intelectual, amén de en dictaduras totalitarias donde la persuasión no juega un papel relevante, ante la imposición.
Así, es Sudamérica el lugar en el que más ha crecido la izquierda en los últimos años, casual y curiosamente en un proceso muy en paralelo a la degradación económica y a la conversión en países económicamente ruinosos y tercermundistas de los que eran prósperas potencias en cuanto a recursos se refiere: una evolución que comenzó con el peronismo en Argentina, pero que luego ha continuado en países como Cuba, Venezuela, etc. No falla, allá donde la izquierda toca poder, con su irresponsable filosofía de repartir los recursos sin tener en cuenta los méritos, la ruina no tarda en imponerse.
Ahora resulta que está la izquierda española agitada porque en nuestro país se está reconociendo la labor de Javier Milei, presidente argentino que en cuatro meses ha conseguido logros económicos sin precedentes en una Argentina que llevaba décadas en quiebra técnica bajo la hegemonía del kishnerismo que prometía reparto y ha terminado por no tener nada que repartir.
Milei ha llegado a la presidencia del gobierno con un programa liberal, de supresión de la temeridad ésa de dar dinero por no hacer nada, tan típica de la izquierda, y con un programa de reformas que ha conseguido resultados en tiempo récord para la economía del país. Y la izquierda ha criminalizado estos premios porque dicen que está destruyendo los logros sociales en Argentina, cuando no hay tales logros sociales, sino la carcoma del sistema económico a base de regalar dinero público a quien no hace nada para conseguirlo… salvo sostener el carné del partido en el poder.
Milei, otro de cuyos delitos ha sido llamar a las cosas por su nombre, denominando “corrupta” a la esposa del presidente del gobierno (eso sí, debió añadir el término “presunta”, para ser respetuoso con los tiempos judiciales), ha conquistado el poder de manera democrática y no tiene sobre sí absolutamente ninguna sospecha delictiva. No puede decir lo mismo el narco y asesino Gustavo Petro, condecorado por el gobierno socialcomunista, o la delincuente internacionalmente perseguida Delcy Rodríguez, a quien miembros del gobierno español recibieron en Barajas. Como veis, pura ‘ley del embudo’: lo que la izquierda hace está bien por la sencilla razón de que lo hace la izquierda.
