VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Caso matronas: los bulos de la izquierda, los sindicatos y quienes les siguen no se acaban, por Víctor J. Hernández Bru.
Es una pena, un peligro, una vergüenza y una demostración de hasta qué punto estamos degradando nuestra sociedad. Repetiré una vez más que, en el momento de la historia en que el ciudadano de a pie tiene un mejor y más directo acceso a la información, está peor informado que nunca. Y todo gracias a las legiones de caraduras y sinvergüenzas que se dedican a intoxicar, manipular, desinformar y mentir sin límite.
Es generalizado y afecta a todo, aunque en nuestro entorno, en Andalucía, uno de los campos de batalla más sanguinolentos en la lucha entre la verdad y la mentira, entre el dato y el relato manipulado y travestido hasta las trancas, es la sanidad. El dato indica que no cabe duda de que la sanidad pública en Andalucía está en un evidente proceso de mejora que además se manifiesta día a día: hay mas sanitarios que nunca, cobran más que nunca, hay más puntos de atención pública al ciudadano que nunca, se han construido y remodelado más centros de salud y hospitales que nunca y se atienden al día más pacientes que nunca, pero mucho más, exageradamente más.
Todo esto que afirmo está basado en datos, en datos oficiales; en datos que conocen tanto los partidos de la izquierda, a quienes no se les cae la mentira de la boca, como también los sindicatos y los propios sanitarios.
En mitad de todo esto, la mayoría sindical, según decía el otro día una sanitaria politizada y sindicalizada a las puertas del centro de salud de Ejido Sur, ha convocado la primera huelga general sanitaria de la historia, con el resultado de menos del 5% de seguimiento. Es evidente que los sanitarios andaluces y almerienses son tremendamente responsables, mientras que los sindicatos convocantes son todo lo contrario. Pero ellos siguen ahí, inasequibles a los tortazos de realidad que se llevan cada día, a propósito de su falta de respaldo constante, continuo y en todos los sectores. Lo importante es cobrar la paguita de liberación, desayunar cinco veces cada mañana y a vivir, que son dos días.
Al día siguiente, CSIF se concentraba a las puertas de la bola azul para protestar por lo que ellos llaman “un recorte del 25% de matronas en la atención primaria de Almería”, lo cual reflejaba un periódico diciendo que “dar a luz se complica en Almería”, ajeno (más que nada porque preguntar es un arte cada día más en desuso) a que una matrona de Primaria no interviene en absolutamente nada en el alumbramiento de un bebé.
Pero da igual, lo importante es que siga la rueda de la trola. Al día siguiente, la Consejería de Salud hacía público que la provincia de Almería cuenta con 63 matronas más desde el año 2019, fecha en que los andaluces logramos sacudirnos el tercermundismo sanitario del PSOE, lo cual supone un aumento del 84%. Este dato se lo ha callado, lo ha escondido CSIF en su reivindicación, porque de haberlo contado, la realidad le habría estropeado la movilización. Como se ha ocultado que no existe recorte alguno, ya que las matronas que han estado trabajando hasta ahora y no lo van a seguir haciendo eran eventuales a las que se ha acabado su contrato y que han sido sustituidas por otro tipo de profesionales que, quienes toman las decisiones, estiman que en este momento hacen más falta y algunas han vuelto a contratarse dentro del plan de verano con otras tareas. El aumento del 85% en matronas en Almería en cinco años parece avalar suficientemente esa decisión.
Y ello, de igual manera que el dato de las 37.320 contrataciones extraordinarias de sanitarios para este verano avala que cada año, desde hace cinco, la Junta contrata a más sanitarios para cubrir vacaciones y restringir lo menos posible los servicios sanitarios por este motivo vacacional. Esos más de 37.000, que cubren un tercio de la plantilla que es lo que se necesita puesto que las vacaciones se toman entre julio, agosto y septiembre, son mil más que el verano pasado y más de 5.500 más que el último verano del tercermundismo sanitario del PSOE, en 2018. Como puede comprobarse, la guerra entre el dato y los manipulados y troleros relatos de la izquierda sigue cada día más encarnizada.
