VÍDEO BLOG #Miedodequé?: Pues ha resultado que el que bloqueaba el CGPJ era el PSOE, que es el que ha cedido ante un Feijoo que empieza a coger empaque de triunfador, por Víctor J. Hernández Bru.
Cada día es más difícil en este país creerse al PSOE, al Partido Sanchista Trolero Español, al Partido de Chapote. Sus trolas infantiles, sus manipulaciones infumables, sus estratagemas de ‘timo de la estampita’ son cada día más ridículas y engañan cada día a menos gente.
Ese PSOE, el de Pedro I El Falso, ha estado cinco años tratando de vendernos la ‘mula ciega y coja’ de que si el Consejo General del Poder Judicial no se renovaba era porque el PP lo estaba bloqueando, cuando la realidad, para el que tenía el más mínimo interés en saber, era que ninguna fuerza política lograba reunir la mayoría suficiente que marca la Constitución para tal renovación y ésta había de llegar por la vía de la negociación.
¿Negociar? Para Pedro Chapote ese es un verbo ‘inconjugable’, una utopía, una quimera. El presidente del ‘ordeno y mando’ y si no obedeces eres fascista tenía claro que el CGPJ tenía que renovarse según lo dictado por sus santos pantalones y si algún partido se atrevía a romper la mayoría necesaria e impedirlo, éste era un partido de extrema derecha y antidemocrático que bloqueaba el funcionamiento constitucional.
Nunca nadie de ese partido deslizó mínimamente la idea de que, si tan importante era esto, si tanto dependía la democracia de ello, era el propio gobierno social-comunista el que debía ceder. Jamás. Ni ellos ni el coro de desvergonzados sobadores de lomo mediáticos que ahora han quedado todos con el trasero al viento.
Ante el incuestionable e incontrovertible dictamen de la Unión Europea, Pedro Chapote se ha tenido que tragar el sapo de firmar un acuerdo que supone la despolitización del órgano supremo de los jueces, es decir, hacer justo lo que el PP se ha tirado cinco años proponiendo.
Y Alberto Núñez Feijoo se lo dijo bien claro el miércoles en el Congreso: no es que a Pedro Chapote le haya dado un saludable vientecillo constitucional, sino que la UE le ha obligado; aquí no hay pacto alguno entre caballeros, lo que ha habido ha sido una imposición comunitaria para que el gobierno, el ejecutivo, deje de colonizar los otros dos poderes, especialmente el judicial.
Pero el miércoles, en la sesión de control al gobierno que esta vez sí lo fue y no al revés, hubo cosas incluso más interesantes, como la somanta de palos que Feijoo le dio al chulito de La Moncloa, recordándole cuando llamaba al PP extrema derecha cuando proponía lo que finalmente se ha ejecutado, preguntándole si ahora es el PSOE el de extrema derecha; y, sobre todo, instándole a destituir al presunto delincuente fiscal general del estado y a comparecer en el Congreso para dar explicaciones de los escándalos de sus colaboradores, de su hermano y de su esposa. Magistral, sin duda, un Feijoo que sí es capaz de firmar un acuerdo tras la cesión de su rival y, al mismo tiempo, recordarle toda la porquería que el presidente del gobierno tiene escondida bajo el novísimo colchón de La Moncloa.
